Future

22 04 2008

Hace escasos días tuve una interesante conversación con mis compañeros de profesión (véase Amigos).
¿Tema central? Nosotros, nuestra generación. Las razones de nuestros nacimientos, el contexto de nuestra aparición en este mundo. ¿Nuestros padres hicieron bien al llamar a la cigüeña?

Gatit:
Se ha hablado del baby boom, de la Generación X (y su indiscutible líder, Kurt Cobain) y de los tiempos de la movida y todos sus protagonistas. ¿Pero de nosotros? ¿Quién ha hablado de nosotros? ¿Quién son nuestros líderes? ¿Cuáles son los ideales que retumban entre los latidos de nuestro corazón?

Nosotros vivimos el auge de Internet; es más prácticamente le dimos vida. Nosotros vivimos el culminación del móvil como instrumento inútil. Nosotros vivimos el 11-S. Nosotros conocimos el inicio de las modas pasajeras y estúpidas. Nosotros vivimos Irak.

La generación más consumista, estúpida e incomprendida. La generación más individualista, desafiante y creativa.

Creo que nos merecemos un reconocimiento. Nosotros heredaremos la tierra.

JD:
Nuestra generación ha vivido todos los momentos malos, aunque la gente piense que son cosas buenas.

Bio:
No todos son momentos malos, por ejemplo, internet y el móvil representan un gran avance, aunque Gatit piense que este último instrumento no solo es inútil sino una especie de cadena que coarta la libertad individual (curioso, cuando tienes un móvil con todas las pijadas que se pueden incorporar a él).

Hemos vivido muchas cosas, el problema es que solo nos acordamos de las malas, pero presenciamos grandes cambios.

Fijaos en las siguientes generaciones y en quienes nos han precedido, quizás es demasiado exagerado pero somos un punto de inflexión, un punto en el que las cosas pueden cambiar, nuestras decisiones y nuestros ideales, los cuales durarán poco tiempo, por desgracia, en este mundo sin conciencia, pueden marcar la diferencia.

Para bien o para mal las cosas tienen que cambiar, han de cambiar y nosotros que dentro de nada recogeremos la antorcha de nuestros predecesores debemos cumplir con nuestra labor obligatoria, no se la hemos pedido a nadie y se nos hace responsable de errores pasados, pero ya va siendo hora de que dejen de decir «a dónde iremos a parar con esta juventud» y afrontar nuestro deber.

Puede que por mucho que lo intentemos no consigamos nada, pero si somos los primeros en esforzarnos, no seremos los últimos.

Estamos condenados a la autodestrucción desde el mismo momento en que el hombre piso la Tierra, pero no hace falta que mañana sea nuestro último día.

Cada día es un regalo, ¿por qué no luchar por uno más?, merece la pena estar aquí.

Photo by Walkyman