El mes de las flores ha llegado a su fin y por mis manos han pasado otros 3 variados libros, incluyendo una novela gráfica, la primera del año. Suelo leerme un par de ellas al año y curiosamente las 3 últimas son obra del gran Alan Moore. Sospecho que en los próximos meses seguiré resucitando a los muertos y con ellos a Will Eisner y su Spirit. Aunque eso es otra historia, claro.
El Color de la Magia
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WatchmenEste mes he sido afortunado y por casualidades del destino, terminó en mi casa la serie completa de Watchmen. Cada comic venía guardado en su funda individual y todos ellos databan del 88. Todo un lujo. ¿Qué decir de una de las mejores obras de Alan Moore? El creador de V de Vendetta o La Liga de los Caballeros Extraordinarios sigue demostrando porque es uno de los grandes, siempre codiciado por las avariciosas manos de Hollywood. Irremediablemente, tiendo a comparar esta pequeña maravilla con las otras dos que ya he leído. Y la verdad es que las 3 tienen un trama increíble, cargada de suspense y misterio. Además está acompañada de historia secundarias y comentarios filosóficos que acompañan perfectamente la trama. Además, tengo la oportunidad de comentar algo que en los libros habituales no puedo. La calidad visual está muy alta. El diseño de los personajes y escenarios está muy logrado, mezclando sobriedad con notas de color en algunos ambientes. Creo que no me queda nada por decir. Muy buena, aunque sigo prefiriendo V de Vendetta, se siente. |
El OchoTermino con el best-seller de Katherine Neville, también conocida por otros libros como El Círculo Mágico o la segunda parte del que hoy hablo, El Fuego. Debo recordar apuntarlos en mi lista de futuras novelas. Y es que el El Ocho es una novela para entretener. No tiene un mensaje profundo ni mucho menos. Pero es una buena lección de historia europea del siglo XVIII, además de mostrar las tensiones y estrategias de los bloques en plena guerra fría.
La acción presente se sitúa en los 70 pero a través de pasajes nos presenta hechos históricos perfectamente acoplados a la trama. Así, por ejemplo, la muerte de Jean-Paul Marat aparece novelada en unos de los capítulos. Creo que ese uno de los aspectos que más me gustan y, a la vez, me desconciertan. Toda la novela se basa en un secreto (que no voy a desvelar) que no conoce nadie pero que un montón de personajes conocen o han oído hablar de él. ¿En que quedamos? Sin embargo, he de decir que me gustó bastante y lo recomiendo sin dudar. Perfecto para pasar un buen rato, cargado de suspense y con un punto histórico (al estilo Código Da Vinci) que lo hace muy atractivo. |
He empezado a leer la novela autobiográfica de Cioma Schönhaus, El falsificador de pasaportes. Trata sobre los peligros y desventuras que tiene que soportar un joven judío en plena alemania nazi. Todo narrado de forma bastante cómica. Por ahora tiene buena pinta.
Nos vemos.